Mariela tiene 12 años. Su padre está en EEUU desde hace seis. Ella dice que su padre está triste, que le gustaría estar con ella, con su mama y con sus cuatro hermanos.
Mariela vive en Momostenango. Estudia en el centro 46 en una escuela de Fe y Alegría que apoya Entreculturas en Guatemala, en el departamento de Totonicapán. En esta escuela reciben desayuno escolar e intentan que los niños tengan un lugar seguro de aprendizaje.
Guatemala, un país de mayoría indígena, es la mayor economía de Centroamérica pero también uno de los países con mayores desigualdades de América Latina. El 60% de la población vive en la pobreza, la mayoría de ellos indígenas. De ahí que muchos de los que salen del país procedan de estas comunidades que no tienen el español como lengua materna. Casi la mitad de los niños menores de cinco años sufre desnutrición y 23% tiene desnutrición aguda, es decir, pasa hambre. Solo uno de cuatro adolescentes llega a la secundaria. La Organización Internacional de las Migraciones cifra en casi un millón los guatemaltecos que viven en EEUU.
Desde 2015 Guatemala ha registrado una tendencia sostenida a la baja en los homicidios. Ahora hay 27 asesinatos por cada 100 mil habitantes, una cifra ligeramente mayor a la que tiene México pero sustancialmente más baja que la de sus vecinos del Triángulo Norte centroamericano, El Salvador y Honduras.
Estos resultados, fruto de años de trabajo técnico de la policía, se han visto mermados, según analistas, por la actual administración, que desmanteló la carrera policial y nombró a una nueva cúpula que no tenía la preparación necesaria. Además, aunque los asesinatos fueron a la baja, las extorsiones de las pandillas o el crimen organizado continúan y son uno de los mayores temores de la población. En 2017 la tasa fue de 43 extorsiones por 100 mil habitantes.
La violencia contra la mujer es otro problema importante, máxime dada la saña con la que se ejecutan las agresiones. Los delitos por violencia de género son hoy en día los que acaparan más denuncias, aunque el 83% queda en la impunidad, dice la ONU.
Entreculturas apoya el trabajo educativo de Fe y Alegría-Guatemala con especial atención a la prevención de la violencia, equidad de género y atención a las niñas. Se realiza refuerzo escolar y se apoya su realidad migratoria: existen numerosos menores no acompañados y familias desestructuradas. Los centros educativos se convierten en lugares seguros donde fortalecer la autoestima e los niños y niás, que en palabras de los profesores de Mariela «no suelen recibir abrazos».
De todo ello se ha podido hablar con la cantante Rozalén en un viaje de apoyo el programa La Luz de las Niñas, que ha hecho con Entreculturas. La realidad migratoria que vive el país y su impacto en los niños, ha sido uno de los temas centrales de sus relatos.