Sesión de formación sobre la trata de personas

En la semana de concienciación y sensibilización sobre la trata en torno al día 8 de Febrero en que se celebra la Jor­na­da Mun­dial de Ora­ción y Re­fle­xión con­tra la tra­ta de per­so­nas, el área de Trata de Personas de la Delegación Diocesana de Migraciones, en coordinación con Villa Teresita, CONFER y SJM,  ha organizado una jornada de formación para técnicos/as y voluntarios y una conferencia para el público en general.

Durante una jornada maratoniana, Elena Arce, asesora del Defensor del Pueblo, tuvo dos reuniones de coordinación y asesoramiento en torno a los Centros de Internamiento de Extranjeros y La Trata de Personas. Elena se reunió con representantes de diferentes entidades que visitan los CIE y que acompañan a mujeres supervivientes de Trata. En cada una de las sesiones de trabajo, orientó a técnicos/as y voluntarios/as sobre cuestiones prácticas de cómo detectar vulneraciones de derechos y sobre los protocolos y procedimientos para su notificación al Defensor del Pueblo y animó al nutrido grupo asistente, entre quienes merece la pena destacar la presencia de varias abogadas del Servicio de Orientación Jurídico, a ser más activos y a ejercer más decididamente la responsabilidad ciudadana de documentar y denunciar situaciones de vulneración de derechos amparándose en su experiencia y su capacitación. 

Finalmente, en un salón de actos con más de 120 personas entre las que había representantes de diferentes entidades sociales con una media de edad mucho más joven de lo habitual en estos contextos, gracias a la nutrida representación de alumnos/as de las Escuelas San José, Elena Arce explicó a grandes rasgos la realidad de la Trata: más allá de los números, nos instó a abrir los ojos a la situación de las mujeres, a caer en la cuenta de la responsabilidad de toda la sociedad, a no poner la carga sobre ellas “las víctimas” y a preguntarnos ¿Qué sociedad permite este mercado de seres humanos? Elena nos enfrentó al necesario rol de los “victimarios”, los consumidores: sin demanda no hay trata. La intervención, que fue deliberadamente breve y provocadora, dio paso a un rico intercambio en el que los/as jóvenes tuvieron un papel muy activo.

Fue una jornada que además de formativa, permitió espacios de encuentro y de fortalecer el tejido asociativo y social en torno a la defensa de los derechos de las personas migrantes. La presencia de Olbier Hernández, Delegado Diocesano de Migraciones, propició la creación de dos mesas de diálogo en torno al CIE y la Trata bajo el auspicio de la Delegación. ¡Sin duda un día para la esperanza!